lunes, 13 de junio de 2011

La duda en Limón

El pasado 2 de junio, el empresario y dueño del equipo Limón F.C Carlos Pascal, fue detenido en su casa por agentes del OIJ y la Fiscalía ya que se le investiga un presunto lavado de dinero. Al señor Pascal se le decomisaron 25 millones de colones que estaban debajo del colchón de su cama, además de otros bienes y le congelaron todas sus cuentas. Este fue un golpe duro para la provincia de Limón, ya que al señor se le guardaba un gran aprecio y cariño, pero sobre todo porque le daba empleo a cerca de 300 personas en los distintos negocios y empresas que tenía. Es una situación realmente difícil, que puede generar una gran controversia y en la cual hay que pensar todo un contraste de costo y beneficio.

Los medios han dado un tratamiento a esta información de una manera frívola, sin pensar el daño que se puedan hacer a una provincia ya de por si desgastada como la de Limón. La gente de Limón ya está cansada de que diariamente solo se señale lo malo y que se creen unos estereotipos muy errados, pero nadie hace absolutamente nada por ayudar a esta región caribeña y su pueblo tan querido. En estos días solo se ha hablado de la detención del señor Pascal y la duda que generan todos sus bienes, pero alguien se ha puesto a pensar el costo que se genera deteniéndolo.

No se trata de solo señalar y decir que es correcto que lo investiguen, también se trata de estudiar todas las consecuencias que podría conllevar el detenerlo. Cabe recalcar que no quiere decir que al señor no se le debe investigar, e inclusive detener si ha cometido algún delito, pero si buscar soluciones a los problemas que esto va a producir. Carlos Pascal tenía empleadas a cerca de 300 personas en la zona, una zona de la que hoy decimos que es de las más pobres del país, con muchos problemas señalados. Además sus empresas no solo empleaban a personas, sino que se encargaban de producir y dar un gran aporte económico a su provincia mediante al turismo, entretenimiento y comercio.

Si ha cometido algún delito se le tiene que juzgar, y tiene que proceder lo correcto. Pero alguien se ha puesto a pensar y resolver, que van a hacer con estas casi 300 personas desempleadas, que van a hacer para producir lo que cada una de las empresas y negocios de Carlos Pascal producía para la provincia. Es muy fácil solo señalar y poner el dedo en la llaga, pero siempre va a resultar mucho más complicado buscar las soluciones y caminos correctos, y más para un pueblo que lo necesita como el limonense.

  

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